Igual Da

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Vengo a hablar de igualdad, pero de igualdad desde un punto de vista que nunca, o muy pocas veces, se emplea.

Desde hace unos años, la igualdad entre hombres y mujeres ha ido convirtiéndose en una prioridad para la clase política. Nos vemos sometidos a un bombardeo constante de anuncios y noticias sobre violencia de género en los medios de comunicación, se han promulgado diversas leyes sobre igualdad e incluso se ha creado un Ministerio para ello.

Estas medidas son muy positivas para acabar con la injusticia histórica que han sufrido las mujeres en nuestro país y suponen un elemento de vital importancia para acabar con determinados comportamientos retrógrados y tener una sociedad más justa.

Lo más importante, es que se tratan de medidas para la igualdad. Pero hay algo que chirría: ¿por qué a todo esto los califican como medidas para fomentar la Igualdad, cuando realmente quieren fomentar a la mujer? Y a este punto quería llegar, porque vengo a hablar de los grandes excluidos del término “Igualdad”: Los Hombres.

En la actualidad, el machismo está estigmatizado. La mayoría de los hombres rechazamos el machismo, en cambio, se ha camuflado el hembrismo como si fuera feminismo en la lucha por la igualdad de la mujer.

Un claro ejemplo de esto, es la nueva tendencia que está surgiendo en la publicidad, consistente en ridiculizar al hombre o en colocar a la mujer como superior y más inteligente. Como podría ser el último anuncio de Mc Donald’s. En él aparece una pareja comiendo en uno de sus restaurantes. El chico coge un vaso y ve que está premiado, así que se lo regala a su novia. Ante tal acto de amor y bondad, ¿cómo responde la chica? Pues dejando a su novio y yéndose de viaje con otro chico.

Este anuncio, que realmente es muy cómico, se acepta porque para la conciencia actual es “Políticamente Correcto”. Sin embargo, lo que sí es más serio es la criminalización que sufre el hombre en otros anuncios.

Es el caso del último anuncio de la DGT. En él, se ve la típica escena tétrica de hospital: Un niño en una cama, los pitidos de las máquinas, la madre mirando por la ventanilla al hijo y el padre, con estética de asesino en serie, sentado, mientras suena, literalmente, de fondo:

“Mario, 5 años, sufre traumatismo craneoencefálico, heridas y contusiones. TODO SE LO HA HECHO SU PADRE”.

Si este último anuncio hubiera sido al revés, se lía parda: El instituto de la mujer, el ministerio de igualdad, asociaciones feministas y compañía, habrían pedido su retirada. Y hasta aquí el tema de la doble vara de medir en publicidad.

Lejos de estos hechos, que pueden resultar anecdóticos, hay dos casos claros de discriminación hacia los hombres: en la custodia de los hijos y en la violencia de género.

En el tema de la custodia de los hijos, los datos hablan por sí mismos: el último año, tan sólo el 9.6% de los casos de divorcio se resolvieron con una sentencia favorable a la custodia compartida para ambos progenitores. Esto sucede porque es una solución “pacífica” al conflicto y raramente aplicada por los jueces, que en la mayoría de los casos optan por otorgar la custodia a la madre. Ante esta situación, los padres tienen que conformarse con un estricto régimen de visitas y, en el mejor de los casos, con la custodia compartida durante las vacaciones de los hijos.

Y yo me pregunto: ¿es así como se quieren superar los roles impuestos durante tantos años? Es ilógico que en pleno 2009 suceda esto, y además, no sé exactamente en base a qué fundamento lo realizan:
- Los hombres no son capaces de cuidar de sus propios hijos. Sería una teoría claramente hembrista.
- Las mujeres son las únicas que pueden cuidar de sus hijos. Podría pasar por un machismo encubierto.

Guatemala y Guatepeor, vaya.

El segundo caso de discriminación hacia los hombres, es el relacionado con la violencia de género. Sí, aunque no lo parezca, también las mujeres ejercen malos tratos hacia sus maridos, pero esto es algo que tristemente, no interesa. Además, se podría pensar que son casos aislados o marginales, pero no, de hecho, los últimos datos de los que se dispone datan de 2005 y hablan casi de un 20% del total de los malos tratos. Es más, en el pasado mes de noviembre, el número de hombres maltratados superó al de mujeres en la ciudad de Gijón.

¿Dónde está el problema? Pues en que no existen medios para protegerlos, porque la ley contra la violencia de género habla únicamente de mujeres. Y es más, mientras que si un hombre pega a su mujer hablamos de un delito, en el caso contrario no sería más que una falta.

Me gustaría destacar también el hecho del gran poder que ha otorgado esta ley que presuntamente genera igualdad a la mujer. Se estima que un tercio de las denuncias por malos tratos son falsas. Esto no llevaría a más que los típicos trámites en caso de que se tratara de una ley normal, pero no lo es. Por el mero hecho de denunciar, el hombre es arrestado y llevado al calabozo, teniendo que demostrar su inocencia, cuando, teóricamente, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Y digo yo: ¿todo esto son medidas que fomentan la igualdad entre sexos?

Para terminar, me gustaría leer dos líneas:

“Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

Como todos sabemos, se trata del artículo 14 de la Constitución Española. Si realmente todas las medidas que hablan de igualdad tuvieran en mente este artículo, no surgirían estas desigualdades.

Y es que el sistema, las leyes y las medidas, nacen viciadas desde el principio distinguiendo entre hombre y mujer, porque antes que eso, todos somos personas.

gocho

8 Responses to "Igual Da" (Leave A Comment)

Len0re says
14 de enero de 2009, 21:09

*aplausos*
Yo estoy, obviamente, superafavor de todas las medidas que puedan tomarse para la igualdad. Igual que soy la primera que si me cruzo con cualquiera de los machistas retrógrados que, desgraciadamente, todavía abundan, le metería un dedo en el ojo (como mínimo ^^).

Pero señores/as, se nos está yendo un poco la pinza. Bueno, un poco no, un montón.
Algo que en principio surge lleno de buenas intenciones y con toda la razón del mundo, como es el feminismo, se está convirtiendo en todo aquello contra lo que luchaba: hembrismo. Y duele que pase eso >.< .
Se está llegando al punto de que la misma palabra "igualdad" está perdiendo todo el significado. Y eso es algo terrible.

Bueno, y lo de las feminazis que no saben ni razonar ni las nombramos ^^. Bueno sí, que me apetece: sólo diré que en el fondo sois las primeras machistas que parece que no podéis confiar en la capacidad de las mujeres, sí, estoy diciendo que sois las primeras machistas, que queréis que nos lo den todo hecho y ¿por que? yo sólo encuentro dos motivos diferentes, dos hipótesis:

-porque pensáis que somos inferiores. Por lo tanto sois machistas.
-Porque pensáis que lo merecemos porque somos mejores. Sois igual que los machistas, pero del otro lado.

Sí señoras, no sois mejores que los machistas retrógrados que he mencionado antes, por lo que merecéis vosotras también un dedo en el ojo :D

Y repito lo de Gosh, que antes de mujeres, o hombres, somos personas, y somos IGUALES, iguales para todo.

Ahí lo dejo.

Mer says
16 de enero de 2009, 22:51

Por favor, no echen por tierra la lucha histórica de las mujeres por la libertad con tanta ligereza. Son graves las acusaciones que ustedes lanzan. ¿Quién les ha agraviado tan profundamente como para inventar términos cuya finalidad contradice las premisas de un diálogo constructivo?

Lo único que les pido es que dejen de pensar en teorías sociales de agresión a los hombres, y que se limiten por un instante a mirar al mundo REAL que les rodea. Puede que si lo hacen descubran que los problemas de discriminación discurren por otros ámbitos, y tal vez se animen a luchar contra ellos. O tal vez no.

Revisemos el funcionamiento práctico de nuestro mundo. Como mujer agradezco que al fin se fomente una situación de cambio social absolutamente necesario, y que se haga garantizando un sistema de proporciones, en cuanto a su liderazgo, acordes a la realidad. Me parece un comienzo imprescindible para futuros avances. Si por esto soy machista o hembrista; etiquétenme como quieran. Y no me digan que no me lo dicen a mí, porque lo hacen. Nos lo dicen a todas las que apoyamos las recientes leyes en política de igualdad. Nos lo dicen a las mujeres que tanto nos hemos esforzado en lograr lo que tenemos, y no transigiré con que desprecien nuestra valía y nuestro trabajo, el mismo que no fue suficiente para que nuestras abuelas o nuestras madres optasen siquiera a no vivir de rodillas.

Ahora sí. Ahora aplaudo. Gracias a las personas que han dejado a un lado sus miedos, aún a costa de ser intimidados con insultos, hoy el mundo es un poco menos machista que ayer. Gracias a los hombres que se han comprometido a tomar medidas contra la desigualdad, a merced de sufrir críticas como las reflejadas en esta página, yo hoy tengo la oportunidad de demostrar que no ha sido en vano. Lo haré poniendo toda la carne en el asador; lo haré dejándome la piel en el trabajo; y lo haré con la cabeza bien alta, porque que me den una oportunidad no significa que me lo pongan más fácil.

Sólo les pido una cosa más. Que vuelvan a preguntarse: ¿quién sufre como colectivo la desprotección y discriminación dentro de nuestra sociedad? Y que se respondan con sinceridad a esta pregunta. Porque cada vez que les oigo decir que son los hombres, me duele; tras cada palabra de desprestigio global del feminismo en aras de los siempre excasos radicales (que en ningún caso representan a ningún movimiento social de agresión al sexo masculino), siento escondida la daga de quienes siembran la semilla del odio; porque con cada una de sus expresiones me hieren profundamente.

Ojalá algún día nos miremos a la cara y celebremos el fin del terror que viven aún hoy tantas mujeres. Ojalá seamos capaces de enfrentar con los ojos bien abiertos al mundo. Si no lo hacemos, esperaré donde estoy ahora con paciencia y con mis ojos bien abiertos, sin desviar la mirada de la meta.

No me los podrán tapar.

Len0re says
17 de enero de 2009, 11:39

O.O yo creo que no lo has entendido, como a muchas otras les pasa.
Lo explicaré de modo breve y sin florituras para que se me entienda:

Yo defiendo la igualdads. Defiendo que a la mujer se la situe por fin en términos de igualdad, porque todos somos personas. Que no se nos discrimine por cuestión de sexo, que no se nos machaque ni se nos considere inferioires.

Defiendo la igualdad, la de verdad.
No creo que para alcanzarla se tenga que machacar ahora al otro sexo que es lo que venimos diciendo aquí.
No porque años atrás se nos haya tratado mal tenemos ahora que hacerlo, eso no justifica una conducta que resulta también discriminatoria.
Que sí, que siguen habiendo más casos de discriminación en mujeres que en hombres, ¿pero hay por ello que obviar que esta última se produce? ¿Jusitifica eso que ahora se incline la balanza hacia el otro lado? No encuentro justificación ninguna en crear una nueva discriminación. Y eso es lo que hoy denunciamos aquí. Ni más ni menos.

Pondré otro ejemplo:
Si mueren 15 mujeres y 5 hombres predicamos que se denuncian ambas cifras. Denunciamos el hecho de que no se busca un equilibrio.

No convirtamos la lucha por la igualdad en la lucha por la posición superior de la mujer.

No generalicemos y pensemos que "todos los hombres han sido unos cabrones y ellos saben defenderse solitos".
No caigamos en tópicos, no caigamos en radicalismos, pensemos con raciocinio y pensemos lo más justo y lo más real: que todos somos personas y que debemos ser tratados de un modo igualitario.

Yo digo sí a todas las medidas que hagan que la posición de la mujer sea la justa. La igual. Que no se la discrimine por el hecho de ser mujer.
No des argumentos para defender estas medidas porque yo estoy de acuerdo con TODAS las medidas que luchen contra nuestra discriminación.

Pero digo NO a las medidas que favorecen a una persona solo por su sexo. Porque eso también es discriminación.

En resumen, digo NO a la discriminación de cualquier tipo. Eso es lo que venimos diciendo gocho y yo, y no creo que ese afecte a la lucha contra la discriminación de la mujer porque no lo hace, si no que la refuerza.
Por la lucha justa, la que va contra TODA discriminación es la que sale adelante.

Igualdad, sin más.

Mer says
17 de enero de 2009, 11:58

Le he entendido perfectamente desde el principio. Le agradezco que se haya esforzado en volver a exponer sus ideas. Podría seguir aportando argumentos, pero considero innecesario continuar con este intercambio de posiciones tan alejadas. Debería tener ud. en cuenta para el futuro, que el hecho de que alguien no comparta sus ideas no significa que no entienda lo que dice. No nos suponga a todos tan limitados de inteligencia.

Len0re says
17 de enero de 2009, 13:55

._. no supongo a nadie limitado de inteligencia, es que de verdad pensaba que habías entendido otra cosa (como que no defendíamos a la mujer) pero vale, lo dejamos aquí.

Anónimo says
18 de enero de 2009, 1:26

El problema es que ahora las hembristas quieren situarse encima, quieren machacar al hombre después de haber sido machacadas ellas. Y se quedan tan tranquilas con tal afirmación...
Excelente artículo, ¿puedo subirlo a meneame?

gocho says
18 de enero de 2009, 12:08

en mi opinión no se trata de una venganza, y tampoco es lo que quería transmitir, sino que nos estamos pasando de la raya en temas de igualdad, hasta el punto de que por intentar resarcir una injusticia histórica, se está generando otra hacia los hombres.

porque digo yo, es necesario generar desigualdad para que otros ganen en igualdad? estaríamos hablando de discriminación positiva, lo cual en muchos casos puede resultar muy beneficioso para ciertos sectores de la sociedad, pero no creo que este precepto se pueda invocar para determinadas situaciones.

cómo le dices a un hombre que no puede cuidar de su hijo porque es un hombre?

cómo le dices a un hombre que no va a tener protección ante los maltratos de su mujer por ser hombre?

yo sí puedo decir que defiendo la igualdad de los dos sexos, pero: ¿las personas que critican que se iguale al hombre en estos temas pueden decir lo mismo? mi opinión es que no.

súbelo si quieres, nosotros encantados :)

Anónimo says
18 de enero de 2009, 15:15

Entiendo perfectamente, sé que no has querido decir eso. Es, en mi opinión, lo que a veces veo: Sed de sangre.

Voy a subirlo, y gracias por visitar mi humilde blog ^^